10 consejos sobre ciclismo urbano. 9: extrema las precauciones con lluvia

10 consejos sobre ciclismo urbano. 9: extrema las precauciones con lluvia

El riesgo cero no existe en el ciclismo urbano. Sin embargo, puedes adecuar tu forma de circular para reducir el riesgo en la medida de lo posible. Hay cosas que no podemos controlar. La lluvia es una de ellas.

La lluvia cambia las condiciones de adherencia y visibilidad por completo. Por ello, es de vital importancia adaptar la forma de circular en bicicleta a las condiciones climáticas.

El ciclismo urbano es seguro, pero hazte visible

Aun a riesgo de ser pesados, en este punto hemos de reiterar la importancia de ser visibles al practicar ciclismo urbano con lluvia.

Si la lluvia u otras inclemencias meteorológicas nos acompañan, es de vital importancia llevar instalados los elementos obligatorios de visibilidad según explicamos en el consejo 2. Hazte visible en todo momento. Siempre es recomendable contar con iluminación, aunque circulemos en horas centrales del día, si la visibilidad está especialmente afectada.

Vigila el estado de tus ruedas

El aspecto principal a tener en cuenta es el estado y presión de las cubiertas de la bicicleta. Si bien en seco el desgaste de cubiertas puede no notarse demasiado, en condiciones de lluvia es fundamental que la cubierta se encuentre en buen estado y las ruedas cuenten con una presión de aire adecuada.

Cuando comienza a llover, especialmente en las poblaciones de la Comunidad de Madrid en las que no llueve muy habitualmente, la mezcla de polvo, restos de goma, lubricantes o las hojas de los árboles sobre el asfalto, comienzan a humedecerse generando una película resbaladiza. El momento del comienzo de la lluvia o si se produce sólo una precipitación corta de lluvia débil es quizás el momento de mayor peligro para practicar ciclismo urbano; mayor que cuando ya ha llovido lo suficiente como para haberse limpiado el asfalto de polvo y otras sustancias y esta película deslizante se ha retirado.

En ese primer momento en que el asfalto no está mojado por completo, debe moderarse la velocidad y ejecutar las maniobras de giro o cambio de carril con suavidad. La moderación de velocidad ayuda a anticipar las frenadas, que también deben realizarse con suavidad para evitar bloqueos de ruedas.

Ojo con los frenos y las rejillas

Hay que tener en cuenta, si se usan frenos de zapata, que las zapatas y llantas mojadas pierden efectividad al principio de la frenada si están mojadas. Se debe prestar atención a este aspecto, por ejemplo, probando a usar los frenos y tratar de percibir la fricción en un tramo recto. Con frenos de disco la frenada es mucho más efectiva también en mojado.

En las ciudades también existen superficies en las que la adherencia puede reducirse mucho en condiciones de agua. Hay que tener especial cuidado para anticipar una posible necesidad de frenar si pasamos por encima de marcas viales, rejillas de ventilación o tapas de alcantarilla. También es importante tener cuidado con los charcos, ya que puede ocurrir que sean más profundos de lo que podría parecer a simple vista.