Recorrido por las plazas duras del centro de Madrid en la Semana Europea de la Movilidad
Recorreremos junto con la Asociación Vecinal de Sol y Letras algunas plazas representativas del centro de Madrid que se han convertido en «plazas duras».
Introducción al recorrido
Realizaremos un recorrido con 6 paradas en el que veremos, con ayuda de las fotografías de esta página, el cambio sufrido a lo largo de los años por algunas de las plazas del centro de Madrid. La radical diferencia de aspecto y la sensible reducción de la vegetación, especialmente del arbolado, suele ser debido a que se construyen parkings subterráneos o existen grandes estaciones de metro a poca profundidad, como son los casos de Plaza de las Cortes y Sol, respectivamente. Sin embargo, los vecinos de la ciudad siempre echamos de menos la vegetación y la sombra-más aún cuando notamos que cada año pasamos veranos más calurosos-y somos cada vez más los que vemos con desconfianza mensajes como «ampliación de espacio peatonal», que normalmente suele traducirse en la utilización del espacio para cualquier cosa menos para caminar.
- Fecha y hora: domingo, 18/09/2022 10:30h.
- Lugar de inicio: Plaza de las Cortes, bajo los árboles.
- Final: Plaza Mayor.
- Distancia total: 4,5 Km.

Advertencias
- El recorrido se realizará en bicicleta. Cada asistente debe llevar la suya o coger una BiciMad.
- Circularemos según las normas y cada participante será responsable de sí mismo.
- Los menores de edad deberán acudir acompañados de un adulto y bajo la responsabilidad de éste en todo momento.
- Al inicio del recorrido haremos un breve recordatorio de las normas de circulación y el recorrido.
Plaza de Las Cortes
Desde finales del siglo XVI, en el lugar donde se encuentra el Congreso de los Diputados, se situaba un convento. En 1818 se construyeron viviendas, ampliando la Plaza.
En 1823 se incendió la iglesia del convento, designándose, a la muerte de Fernando 1834, como lugar de las sesiones parlamentarias del Estamento de Procuradores. Ese mismo año se coloca la estatua de Cervantes en la Plaza.
En el jardín central había dos grandes eucaliptos que fueron destrozados en el ciclón de 1886. El Hotel Palace fue construido durante el periodo 1911-1912.


En 2005, siendo alcalde Ruiz Gallardón, se inician los trabajos para la remodelación de la plaza, consistentes en la ampliación de la misma, finalizando oficialmente en 2011. Durante estos trabajos en 2009 y en la remodelación del aparcamiento, al mover la estatua de Cervantes, se encontró en su base octogonal una cápsula del tiempo que contenía 4 tomos del Quijote de 1819, un libro de la vida de Cervantes y otras publicaciones. Tras la remodelación la ubicación de la estatua se modifica y se coloca en su centro.
Esta remodelación acabó con los jardines, el pavimento y los árboles de gran porte que se pueden apreciar en las fotografías de los años anteriores, siendo sustituido todo ello por el clásico pavimento de granito que caracterizó y continúa caracterizando las remodelaciones de las plazas duras de Madrid, en favor de los aparcamientos subterráneos en la época Gallardón y los aprovechamientos privados de los espacios públicos en la actual.

Plaza de Santa Ana
Data de 1810 y a lo largo de su historia ha sufrido numerosos procesos de urbanización que han modificado su aspecto con diversa fortuna. En su perímetro se encuentran edificios como el Teatro Español, el Hotel Reina Victoria y esculturas de dramaturgos como Calderón de la Barca y García Lorca.
La plaza se encuentra sobre el espacio que hasta 1810 ocuparon la iglesia, monasterio, jardines y huertos del convento de las religiosas carmelitas descalzas de San José y Santa Ana.
Durante el reinado de José Bonaparte se derribó el conjunto y en 1860 fue bautizada como “Plaza del Príncipe Alfonso” (hijo de Isabel II) y durante el Sexenio Democrático “Plaza del Vicealmirante Topete”, si bien popularmente seguía siendo conocida como “Plazuela de Santa Ana” hasta que la Segunda República le otorga el nombre de manera oficial en 1933.

La plaza modificaría parte de su trazado a partir de octubre de 1850, cuando se aprueba el derribo de los últimos edificios de la calle del Príncipe que ocultaban el Teatro Español.
En 1925 se convierte en la primera plaza ‘peatonal’ de Madrid tras las reformas del entonces Jardinero Mayor de la Villa, Cecilio Rodríguez. No gustó a los madrileños y mucho menos a los bares, tascas y cervecerías que se quedaron sin terrazas durante casi un cuarto de siglo.

Una nueva remodelación de la plaza en 1944, para conmemorar la victoria del ejército de Franco, sustituyó árboles por pasillos y una «cerca de herrería artística cerrando toda la plaza y columnas coronadas con jarrones».
La obra para un aparcamiento subterráneo iniciada en 1967 acabó con el último cedro que quedaba, convirtiendo esta plaza definitivamente en una plaza dura.
En 2001 se renovó la estructura del aparcamiento y sus accesos, lo que supuso la pérdida de casi todos los jardines que quedaban, dejando un colosal pasillo central que ocupa la plaza en su práctica totalidad, jalonado por terrazas a ambos lados en su mayor parte.

Plaza del Callao
La plaza tiene su existencia antes de la gran reforma que supuso la construcción de la Gran Vía en 1910. Al comenzar estas obras en 1917, la plaza empezó a cobrar un área mayor (muy similar al actual).
En 1939, tras la Guerra Civil, el empresario Antonio Rodilla inició su actividad repostera con una pequeña tienda en la plaza. Ese mismo año se establecieron en el ala sur de la plaza los almacenes de Galerías Preciados, ocupando el solar del edificio recién derribado del Hotel Florida (obra de Antonio Palacios).

En la reforma que sufrió posteriormente, tras la inauguración del 1 de julio de 1960, se incorporaron dos fuentes y unas hileras de bancos.
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A finales de 2009 y principios de 2010 se peatonaliza toda la plaza y la vecina calle de Jacometrezo se acomoda para el tráfico de autobuses que anteriormente se ofrecía en la plaza. No obstante, y aunque el anuncio del Ayuntamiento incluía, además de bancos, la plantación de «48 nuevos árboles en Callao y su entorno», que se sumarían a los 28 existentes, «para crear áreas de sombra y descanso en la temporada más cálida y permitir los rayos solares en invierno, los árboles elegidos son Acer Platanoide, de hoja caduca”, solo ha quedado en la Plaza el único árbol que estaba antes de la reforma, retirándose el resto los escasos elementos vegetales. Tampoco se conservó la farola modernista de gran porte que quedaba en el centro de la Plaza. Se desaprovechó así, una vez más, la remodelación de una plaza para hacerla más agradable al tránsito y la estancia, dejando una gran explanada que sirve de explotación para diversos eventos de empresas privadas. Y convirtiendo la plaza en una plaza dura.

Plaza de España
Cuando en 1561, Felipe II trasladó la Corte desde Toledo a Madrid, la zona de la actual plaza de España estaba en gran parte poblada de huertas que se regaban con el arroyo de Leganitos, que nacía en la vecina Fuente de Leganitos.
Carlos III compró el suelo para trasladar a los frailes del Convento de San Gil. La obra se realizó, pero nunca llegó a ser habitado por los monjes. En su lugar, José Bonaparte instaló allí el cuartel de San Gil.
Tras largos debates a lo largo del siglo XIX sobre el ensanche de Madrid, se derribó el cuartel de San Gil en 1909 en el proyecto de formación de la plaza de España en 1911. En 1929 se inauguró la estatua del monumento a Cervantes.
Durante la batalla de Madrid de la Guerra Civil, la plaza fue utilizada militarmente debido a su cercanía al Cuartel de la Montaña y la Ciudad Universitaria. Los espacios abiertos se emplearon para la excavación de trincheras, construcción de barricadas y el cultivo de vegetales para alimentar a los defensores. El uso militar y los continuos bombardeos dejaron la plaza en un estado pésimo al finalizar la guerra.

En los años 1950 se comenzó a desarrollar un urbanismo novedoso y singular en la plaza de España con la construcción de sus edificios más emblemáticos: el Edificio España y la Torre de Madrid que se erigió como el edificio de hormigón más alto del mundo. En 1968 se comenzó la construcción del parking subterráneo y el paso elevado, que obligarían a reducir la vegetación considerablemente.
En 2017 se aprobó un proyecto de reforma de la plaza de España. Las obras comenzaron en 2019 y se terminaron en noviembre de 2021.
El resultado poco tiene que ver con las ilustraciones incluidas en el proyecto, habiéndose despojado la plaza de sus numerosos caminos de tierra, espacios de pradera verde, fuente y una cantidad enorme de la masa de arbolado. Con el fin de destinar gran parte de la explanada delantera a eventos lucrativos y cesiones de uso temporales para explotaciones privadas, se dejó realizada la instalación de tomas de suministros, lo que es incompatible con los elementos vegetales y el pavimento existente antes de la reforma.

Plaza de Santo Domingo
La plaza tuvo su origen en la plazuela formada ante el convento fundado por Domingo de Guzmán en 1218, apareciendo rotulada como como plazuela de santo Domingo en el plano de Teixeira de 1656. En 1637 se colocó una fuente monumental conservada hasta 1865.

Al inicio de la década de 1960 la confluencia de la calle y plaza homónimas fue dividida por un macro-aparcamiento de varias plantas de alzado (subterráneas y al aire libre), considerado por algunos expertos como uno de los más desafortunados ejemplos de la arquitectura urbana en Madrid durante el llamado segundo franquismo o franquismo desarrollista.

En febrero de 2006 comenzaron las obras de demolición de la fea estructura y el Ayuntamiento madrileño convocó un concurso de proyectos de urbanización tras el cual el espacio en superficie fue ocupado por 3500 metros cuadrados de zona peatonal, quedando oculta y abandonada la estructura subterránea. La nueva plaza es un ejemplo más de “plaza dura” careciendo de elemento vegetales o pavimentación adecuada a un uso estancial.

Recientemente se ha retomado la idea de utilizar como espacio para estacionamiento la enorme “madriguera” abandonada, volviéndose a abrir las bocas del parking en las obras que se encuentran actualmente en curso.
Plaza Mayor
Los inicios de la plaza se remontan al siglo XVI, cuando en la confluencia de los caminos (hoy en día calles) de toledo y Atocha, a las afueras de la villa medieval, se celebraba en este sitio, conocido como «plaza del Arrabal», el mercado principal de la villa. En esa época se construyó una primera casa porticada, o lonja, para regular el comercio en la plaza.
En 1560, tras haber trasladado la corte a Madrid en 1561, Felipe II encargó el proyecto de remodelación de la plaza a Juan de Herrera, derribándose las «casas de manzanas» de la antigua plaza. La construcción del primer edificio, la Casa de la Panadería, se comenzó en 1590 finalizándose la construcción de la plaza en 1619.
La Plaza Mayor ha sufrido tres grandes incendios en su historia: 1631, 1672 y 1790. En la reconstrucción tras el último, se rebajó la altura del caserío que rodea la plaza de cinco a tres plantas y se cerraron las esquinas habilitando grandes arcadas para su acceso. Las obras de reconstrucción se prolongarían hasta 1854.
En 1848 se colocó la estatua ecuestre de Felipe III en el centro de la plaza.

En la década de 1960 se acometió una restauración general que la cerró al tráfico rodado, sustituyó la teja árabe de los tejados por pizarra y habilitó un aparcamiento subterráneo bajo la plaza, retirando así los jardines que los madrileños y visitantes pudieron disfrutar hasta entonces.

